Un padre expresó su indignación después de que su hijo de cinco años fuera amenazado por delincuentes armados. Según el testimonio del padre, la situación ocurrió cuando fueron abordados por individuos que exigieron sus pertenencias. «Hagan alguna weá», exclamó frente a las cámaras, al referirse a la creciente inseguridad y a la falta de acciones concretas por parte de las autoridades. (FUENTE: Bio Bio)
El hecho se produjo durante la noche del martes en la comuna de Maipú, cuando un grupo de delincuentes armados encañonó a la familia, dejando a todos los afectados, incluido el menor de cinco años, en estado de shock.
«Estábamos alrededor de las 20.00 horas viendo televisión, de repente sentimos que pateaban la puerta principal de la entrada, no pudieron abrirla porque la teníamos con llave, ingresaron por el costado, hicieron tira un portón precario que teníamos nosotros, una contención leve; abrieron la puerta de la cocina y entró la manada de cinco o seis sujetos, cuatro de ellos tenían armas», relató el padre de familia, quien fue amenazado con un arma mientras su familia se refugiaba aterrorizada en el baño. (fuente cooperativa)
Los delincuentes se llevaron una serie de elementos de valor como televisores, computadores, dinero, joyas y la camioneta del dueño de casa. Hasta ahora, no hay información sobre los sospechosos.
Este incidente ha generado un llamado de atención sobre la situación de seguridad en el país, provocando reacciones de apoyo y empatía con este padre en redes sociales y medios de comunicación. Su molestia resuena con miles de familias y ciudadanos que comparten la misma sensación de inseguridad frente a autoridades que parecen estar paralizadas.
“Hagan algo eficiente en el congreso, hoy en día necesitamos seguridad, no la tenemos… ustedes son los culpables, a ustedes se les eligió con el voto y no hacen nada”, emplazó el padre a los parlamentarios.
En una analogía con Ciudad Gótica, este incidente revela una sensación de impotencia en la ciudadanía similar a la que viven los habitantes en una ciudad sin ley, donde los villanos proliferan y los héroes parecen ausentes. La reflexión que surge de esta analogía es clara: necesitamos líderes que actúen como verdaderos protectores de la ciudadanía, proporcionando seguridad y justicia en lugar de promesas vacías y falta de acción.
“Es como vivir en Ciudad Gótica, sin un Batman que nos proteja”.